Vuelo.
Pues pese a la mala fama que tiene mi querida Ryanair y que además te cobran por el aire que respiras, la verdad es que es la más barata y tiene un vuelo directo desde Alicante a Wroclaw dos veces por semana, al igual que desde Girona.
Bueno, la organización dentro de esa empresa es la misma que mi cajón de la ropa interior, al principio todo está que parece una estantería de Zara pero a los tres días parece un mercadillo, pues igual, llegamos al aeropuerto y todo ordenado, de repente cambian los mostradores, yo tuve suerte de ir en mi parra y dió la casualidad de que yo estaba perdida justo enfrente del mostrador vacío que pasó a ser el de mi vuelo, detrás de mí venían unas 300 personas corriendo a coger sitio. El avión se retrasó 45 minutos por la incompetencia de las azafatas, que parece que no se saben los números y para descifrar los DNI se ven negras las pobres, pero bueno, yo ya estaba sentadita en mi avión, hasta las narices pero ya dentro. Estaba rodeada por todas partes de Erasmus que ya conocía por Tuenti, pero que no nos atrevíamos demasiado a mirarnos siquiera, entonces entraron Carolina y Rebeca, dos chicas que estudian Medicina también y que compartían vuelo y asientos conmigo. Un viaje larguillo, sobretodo por la tensión, las ganas de empezar, se olía la emoción en el ambiente, nos fuimos conociendo todos un poco.
Al aterrizar fue como un orgasmo generalizado, y lo más acertado fue la frase de Carol, "Ea, ya está, ya somos oficialmente Erasmus!!" Y aplauso generalizado.
Vale...catorce grados, medio avión sacando las chaquetas y los jerseys, y sí, hacía frío.
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